martes, 12 de abril de 2016

Reflexión Critica y Argumentativa sobre el Feminicidio

El Feminicidio surge como un llamado de atención y denuncia ante la impunidad generada en los crímenes cometidos contra las mujeres por el hecho de serlo; pues cuando se denomina simplemente asesinato, dicho término no incorpora los contextos de la violencia contra las mujeres, elimina el peso de las continuas circunstancias de agravación y contribuye a la invisibilidad de las historias de atentados contra la integridad, la autonomía, la libertad y la vida de las mujeres que cada caso representa.

El Feminicidio es un problema social, político, cultural y es un problema de Estado. En el concurren en tiempo y espacio, daños contra mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de algunas de las víctimas. No todos los crímenes son concertados o realizados por asesinos seriales: los hay seriales e individuales, algunos son cometidos por conocidos: parejas, parientes, novios, esposos, acompañantes, familiares, visitas, colegas y compañeros de trabajo; también son perpetrados por desconocidos y anónimos, y por grupos mafiosos de delincuentes ligados a modos de vida violentos y criminales. Sin embargo, todos tienen en común que las mujeres son usables, prescindibles, maltratables y deshechables. Y, desde luego, todos coinciden en su infinita crueldad y son, de hecho, crímenes de odio contra las mujeres.

Este acto muestra el real contexto de violencia y discriminación hacia la mujer; de este modo se convierte en uno de los principales problemas sociales que tenemos que enfrentar, pues es evidente que las construcciones sociales de nuestra sociedad toleran la violencia basada en la discriminación de género.

Las organizaciones del Estado y de la sociedad civil deben promover estrategias para prevenir y enfrentar casos de Feminicidio, pues son delitos de la humanidad cotidianamente vividos por las mujeres. Se debe exigir a las autoridades la investigación exhaustiva de los hechos y la aplicación de justicia a los responsables. Lo mas alarmante de esta situación es encontrar en los datos que los principales agresores forman parte del mundo social mas cercano de la victima; es decir con quienes convive cotidianamente e incluso forman parte de su entorno afectivo. 

Esta situación es alarmante pues nos muestra que los espacios físicos y sociales considerados como garantes de seguridad no lo son en realidad; y que paradójicamente pueden degenerar en espacios de sumo peligro para las mujeres ante situaciones de crisis en el imaginario masculino, ello nos lo demuestra el primer cuadro el cual establece claramente los motivos de la violencia según manifestación de los agresores: negación sexual, celos, infidelidad, satisfacción sexual y negación a pedido. Las razones manifestadas por los agresores nos muestran un claro contexto de oposición a la autodeterminación femenina.